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lunes, 18 de septiembre de 2017

Nuestro cerebro funciona con algoritmos paralelos interactivos


Edvard Moser, premio Nobel de Medicina 2014 por su descubrimiento del GPS” del cerebro
Tengo 55 años: joven para tener el nobel, pero no tanto para ser científico. Nací en Noruega: gracias a unas instituciones eficientes y al petróleo es un gran país para investigar. Estoy divorciado de la científica con quien compartí el Nobel. Colaboro con la Fundació “la Caixa”-Palau Macaya

Nuestro cerebro funciona con algoritmos paralelos interactivos

Pareja de laboratorio

Moser conoció en el laboratorio, se casó y acaba de divorciarse de May Britt, otra reputada científica también galardonada con el premio Nobel. Al enterarme, lamento esa separación de dos genios de la neurociencia, porque tal vez afecte a los valiosos descubrimientos que todavía podrían hacer juntos. Y se lo digo al doctor con cierto temor de resultar intrusivo, pero me tranquiliza su sonrisa al aclarar que se han separado en su vida privada, pero siguen juntos en el laboratorio. La inteligencia , sin duda, es tanto la capacidad de relacionar como de discernir y May Britt y Edvard poseen ambas en grado sumo. Le digo que me alegro por el bien de la humanidad. Y el doctor añade con imperturbable franqueza: “Yo también”.
Por qué hay quien se orienta donde otro se pierde?
Esa diferencia es resultado de muchos factores complejos, que en parte hemos explicado en nuestras investigaciones.
Usted descubrió el “GPS cerebral” que nos orienta...¿O esa analogía no le gusta?
Es una buena analogía. Descubrimos las grid cells, células rejilla, con que el cerebro reproduce el espacio y nuestro movimiento en él.
¿Tenemos un mapa dentro del cerebro?
Algo así. Para orientarnos tenemos un mecanismo de cálculo dinámico para el auto posicionamiento basado en información de cálculo y dirección continuamente actualizada.
No me extraña que me pierda siempre.
Eso no sólo depende de esas células del mapa. También de su memoria y de si usted cuando se orientaba caminaba sólo o acompañado.
He notado que cuando voy a un sitio me parece tardar más que cuando vuelvo.
Porque la percepción del tiempo está ligada a la memoria, que se encuentra en buena parte en el hipocampo, donde se halla también ese GPS neuronal del que hablamos.
¿Si pierdo memoria, me desoriento?
Sí, porque cuando se orienta va colocando mentalmente marcas en ese mapa interno: edificios, árboles, calles...Los almacena en su memoria y luego los usa para orientarse.
¿Qué diferencia al mecanismo cerebral con que nos orientamos de un vulgar GPS?
Eso es lo que investigo: cómo computan nuestros cerebros. Cómo calculan algo nuestras neuronas. Busco esos algoritmos que aplica nuestro cerebro para ver cómo funciona, porque si entiendes uno, a menudo también entiendes otros. Y podremos descifrarlos todos.
Algoritmo es la palabra del siglo.
Porque es algo que compartimos humanos y máquinas: significa operación o conjunto de operaciones, un cálculo, que es lo que hacen las neuronas, cuánto tardarás en llegar a casa, por ejemplo, o si puedes saltar hasta allí.
¿Y los ordenadores pueden hacerlo?
De otro modo, pero sí. Si averiguamos qué algoritmos usamos nosotros, también podemos hacer que los apliquen ellos.
Suena inquietante.
Pero nuestras neuronas son mucho más lentas que los ordenadores, claro, aunque nuestro cerebro tiene aún mucha ventaja...
...¿Que sólo el cerebro puede aprender?
Los ordenadores también aprenden. Le llevamos ventaja a las máquinas, porque nuestro cerebro puede procesar miles de operaciones a la vez, en red; el ordenador, en cambio, va de una en una, aunque mucho más rápido .
¿Sólo les llevamos esa ventaja?
Tenemos dos más al menos por ahora. Y es que en nuestro cerebro esas operaciones interactúan y se coordinan entre ellas en paralelo.
¿Fabricaremos ordenadores así?
Probablemente: es cuestión de tiempo.
¿Incluso más rápidos que nosotros?
Esa es siempre la pregunta: ¿Puede el ser humano crear algo superior a sí mismo?
¿Puede...?
De momento le llevamos esa ventaja al ordenador, pero es menos de la que se cree, porque hay cosas que consideramos exclusivamente humanas que ya hace un ordenador.
Por ejemplo.
Ser creativos. Un ordenador ya puede componer melodías. Aprende los elementos de una buena composición; los mezcla al azar y el resultado creativo puede sorprendernos.
Mientras tanto, el alzheimer sigue sin curación...¡Qué gran fracaso científico!
Nos estamos dando cuenta de que la línea que seguíamos no era la buena y eso también forma parte de mi investigación, porque los alzheimer pierden primero la orientación así que nos deberíamos preguntar: ¿por qué esas células rejilla del GPS cerebral son tan vulnerables y por qué son las primeras que ataca el alzheimer?
Hace muchos años que acusan del alzheimer a la acumulación de placas de amiloide.
Pero puedes tener esas placas sin sufrir el alzheimer así que hay que buscar otra explicación.
Mientras se pierden miles de millones.
La investigación funciona así. Por eso necesitas tener sistemas de financiación que te permitan ideas tan originales -que son las únicas que realmente cambian el mundo- que tal vez necesites 10 ó 15 años para ensayarlas. Y quizá no sirvan, pero tal vez lleven a otras que sí.
¿Cuántos años necesitó usted?
Yo debo dar las gracias al petróleo que permite a Noruega financiar generosos programas de investigación de diez años de duración.
En cambio, los ministros de Ciencia a veces sólo dura semanas.
En Noruega la investigación no cambia con cada ministro. Nosotros fuimos rápidos. Descubrir ese “GPS” cerebral llevó 7 años. Los primeros dos o tres fueron para construir el laboratorio y luego llegaron los primeros resultados, que nos llevaron a otros no previstos. Fue una investigación al principio errática.
¿Serendipia? ¿El error llevó al acierto?
No esperábamos ver lo que vimos, pero sí que veríamos algo. Y sobre todo estábamos dispuestos a ver ese GPS en el cerebro con que nos orientamos. Otros habían visto lo mismo, pero no supieron darse cuenta de lo que era.
Supieron abrirse a lo imprevisto.
Así es la investigación: no pasa nada durante años...Da un salto y se vuelve a ralentizar otros tantos años...Y da otro...Y así.

 

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